2.- La misión de lo imposible
Pablo.-Eres un soñador.
Juan.-¿Por qué?
P.-Porque quieres lo que no puedes, y lo que puedes no lo haces.
J.-Ponme unos ejemplitos
P.-Por ejemplo: Quieres influir en las universidades de América, que no puedes, y no haces nada por la universidad española, que puedes.
Quieres influir en el gobierno de Palestina, que no puedes, y no haces nada por el gobierno de España, que puedes.
Quieres influir en la ONU, que no puedes, y no haces nada para defender la vida y la familia en España, que puedes.
Quieres influir en el «cine» yanqui, que no puedes, y no haces nada por el «cine» en España, que puedes.
J.-Oigo lo que dices, pero no entiendo lo que dices.
P.-Vas a verlo muy claro,
¿Qué haces de positivo por las Universidades de otros países, que no puedes? y ¿qué haces por la universidad española, que puedes? ¿Por su autonomía, por la retribución decorosa de sus catedráticos, por la seriedad de la enseñanza?
¿Qué has hecho de positivo por los Santos Lugares, que no puedes, porque no tienes influjo ni poder para ello? y ¿qué haces por el gobierno de España para formarte como futuro gobernante, sobresaliente abogado, sobresaliente economista, sobresaliente catedrático, sobresaliente médico?
J.-¿Luego soy soñador?
P.-Claro.
J.-¿Y mal católico?
P.-Deficiente.
J.-Pues comulgo diariamente.
P.-Pues a pesar de eso. ¿Tú lees las encíclicas de los Papas?
J.-No.
P.-¿Has leído ya la Quadragesimo anno?
J.-No.
P.-Y ¿tú crees que se puede ser universitario católico sin saber lo que enseñan y mandan las encíclicas de los Papas?
J.- Lo que yo hago es lo que hacen todos los universitarios y todos los jóvenes católicos españoles, de comunión frecuente y aun diaria.
P.- ¡Qué verdad tan grande y tan dolorosa!
Julio.-Tengo un amigo que ha perdido la fe.
Rodrigo.-y ¿quieres devolvérsela?
J.-Claro. y ya le he proporcionado libros de apologética.
R.-Perdiste el tiempo.
J.-Pues, ¿cuál es el método?
R.-¿Vive con una “compañera” sentimental sin ser su mujer? Que la deje.
J.- y ¿qué tiene eso que ver con la fe?
R-¿Ha hecho un negocio sucio? Que restituya.
J.- Eres original.
R.-¿Se embriaga? Que ayune.
J.-La fe no se alcanza con el ayuno.
R.-Más de lo que tú crees.
J.-Estás loco. Sin fe, ¿quién hace eso?
R.-y sin eso, ¿quién tiene fe?
J.-Muchos tienen fe y no tienen moral.
R-Pero la falta de moral lleva a la falta de fe, y la falta de fe, a la falta de moral.
Los heresiarcas, perdieron la fe y luego la castidad, o primero la castidad y luego la fe. Acuérdate de Enrique VIIIy de Lutero.
J.-¿La fe y el vicio deben ser como la Policía y el ladrón?
R.-En efecto, la fe le dice al vicio: ¡Que te condenas! y el vicio le dice a la fe: ¡No me fastidies!
J.-La mujer tiene más fe que el hombre; ¿por eso el hombre es menos casto que la mujer?
R.-Los pueblos de menos fe son más corrompidos, y los de mejores costumbres, más religiosos.
J.-¿De modo que se pierde la fe porque se pierde la moral?
R. -y, por consiguiente, hay que recobrar la moral para recobrar la fe.
J.-Y ¿no hay más argumentos?
R.- Sí. Todos los de la apologética. Pero primero la práctica de la moral en todos sus mandamientos.