VII.- LOS IMPOSIBILISTAS
Consta de dos secciones: la de los ciegos, que carecen de visión personal, para darse cuenta de los medios prácticos en orden a resolver los problemas de acción católica; y la de los perezosos, que querrían resolverlos, pero no quieren, por el esfuerzo que suponen. Los unos y los otros contestan infaliblemente cuando se les proponen obras de apostolado: ¡Imposible!
Se les propone la creación de una gran TV: Imposible.
La creación de un cine decente, de un teatro decente, de una playa decente: Imposible.
La organización de un partido político católico: Absolutamente imposible.
La formación de una gran fuerza sindical católica: Un sueño.
La fundación de una universidad católica: Una quimera. La conquista de la libertad de enseñanza etc. Todo, todo imposible.